ZOLL AED Pro + Cable ECG (Reacondicionado) | Semi-automático

El Zoll AED Pro es un excelente desfibrilador externo automático (DEA) tanto para profesionales médicos como para personal no profesional, permitiéndoles realizar una reanimación óptima. Utiliza la tecnología exclusiva CPR HELP. Si el DEA no puede administrar una descarga, el ZOLL Pro asiste en el proceso de reanimación. Proporciona retroalimentación en tiempo real sobre la profundidad y la frecuencia de las compresiones torácicas mediante comandos de voz y visuales. El metrónomo adaptativo detecta el ritmo de las compresiones y le guía para alcanzar un mínimo de 100 compresiones por minuto. Estas funciones aumentan significativamente las probabilidades de supervivencia de la víctima.

Este DEA está equipado con un cable ECG de 3 derivaciones, lo que permite monitorizar el ECG del paciente a través de la pantalla LCD del dispositivo. Con este desfibrilador puede elegir entre modo automático y modo manual.

El desfibrilador tiene un diseño resistente y robusto, con protección contra polvo y agua (clasificación IP55). También supera la prueba de caída desde 1,5 metros. El AED guía al rescatador paso a paso durante la reanimación mediante instrucciones habladas, una pantalla de texto e iconos visuales.

Puede obtener más información sobre los eventos registrados leyendo los datos de RCP almacenados por el dispositivo.

Este ZOLL AED Pro incluye el cable ECG de 3 derivaciones.

Este paquete incluye:

• Electrodos Zoll Stat-Padz II

• Batería de litio de larga duración (no recargable)

• Cable ECG de 3 derivaciones

• Estuche blando de transporte

• Disponible en varios idiomas

• 6 meses de garantía

• Envío confiable

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No dude en ponerse en contacto con nosotros. Podemos asesorarle sobre la mejor opción para su presupuesto, características deseadas y situación específica.

Consulte el folleto completo del Zoll AED Pro aquí: Zoll-AED-Pro-Brochure

¿Por qué cada segundo cuenta?

Cuando alguien sufre un paro cardíaco repentino, el corazón deja de latir. Esto ocurre cuando la actividad eléctrica del corazón se vuelve caótica. El cerebro también deja de recibir oxígeno. Cuanto más tiempo dure esta falta de oxígeno, mayor será el daño físico y mental para la víctima, si sobrevive. Por eso, el tiempo es un factor crítico.

En todo el mundo, la muerte cardíaca súbita e inesperada es la causa más común de muerte, con 17 millones de muertes cada año, de las cuales el 25 % se deben a paro cardíaco súbito. Le puede ocurrir a cualquier persona, en cualquier lugar. Pero una reanimación temprana y la desfibrilación siguen siendo la clave para la supervivencia.

Un desfibrilador administra un breve impulso eléctrico al corazón, permitiendo que su sistema eléctrico normal recupere el control. La desfibrilación es el único tratamiento eficaz para la fibrilación ventricular, un ritmo cardíaco fatal asociado al paro cardíaco repentino. Aunque no todos pueden salvarse, los estudios demuestran que una desfibrilación temprana mejora significativamente las tasas de supervivencia.

Un DEA es una herramienta de emergencia salvavidas, que cualquier persona puede utilizar para reiniciar el corazón durante un paro cardíaco. El dispositivo es completamente portátil y administra una descarga eléctrica al corazón para restablecer un ritmo normal.